El palacete donde Sánchez veranea en Doñana tira del acuífero mientras él abandona a los agricultores

«Doñana no se toca», dice estos días Pedro Sánchez para hacer demagogia de la ley de regadíos que impulsa la Junta de Andalucía y que no afecta al parque natural. Sin embargo, su propio Gobierno sí reconoce en documentación oficial que en el Palacio de Las Marismillas, donde el jefe del Ejecutivo socialcomunista suele pasar días de asueto y veraneo, se han producido «sondeos de pozos» para la extracción de agua, que luego es tratada para su consumo como potable.

Esta circunstancia aparece recogida en los pliegos -consultados por OKDIARIO- con los que el Gobierno de Sánchez adquirió el verano pasado para el Palacio de Las Marismillas «una máquina generadora atmosférica de agua potable» por un importe de 24.567,36 euros, como ha publicado en exclusiva OKDIARIO. Una cantidad financiada, además, con fondos europeos del Plan de Recuperación.

En estos pliegos, Tragsa, empresa perteneciente a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), adscrita al Ministerio de Hacienda, aparece como la entidad encargada de la compra del dispositivo y lo justifica de esta manera: «El suministro de agua potable en el Palacio de las Marismillas, dado su emplazamiento aislado dentro del Parque Nacional, se realiza por medio del aporte y tratamiento de agua procedente de las lluvias y sondeos de pozos, de calidad actualmente muy dudosa y caudales paulatinamente menguantes, así como por medio de la compra y transporte de agua envasada». Y es que «no cuenta con acometida de agua de la red pública».

Esta finca es una construcción de estilo colonial de principios del siglo XX ubicada en el extremo sur de Doñana. Sólo se puede acceder a ella cruzando el Guadalquivir desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) o, en bajamar, recorriendo 30 kilómetros de playa desde Matalascañas, un aislamiento natural que facilita la seguridad. Cuenta también con una piscina-alberca.

Además, el Ejecutivo decía en los pliegos que «la incorporación de una máquina de producción de agua potable procedente de la humedad ambiental, que funcionaría con energía generada en la instalación solar fotovoltaica que se pretende construir, permitiría reducir dichos aportes externos de agua, avanzando en la capacidad de abastecimiento del complejo al menos para consumo humano». El dispositivo, con capacidad para generar 200 litros de agua potable al día, fue encargado a Genaq Technologies SL, una firma cordobesa con sede en Lucena.

Trasvase

De esta forma, el palacete que ha usado Sánchez dentro del Parque Natural de Doñana ha recurrido a la extracción de agua subterránea del acuífero. Sin embargo, esto no impide a Pedro Sánchez hacer electoralismo y lanzar ataques infundados al plan de la Junta de Andalucía que también apoya Vox y que pasa por ampliar el trasvase desde los ríos Piedras, Tinto y Odiel para paliar así la delicada situación del acuífero.

Como ha explicado el Gobierno de Juanma Moreno, su propuesta contempla la posibilidad de permitir regadíos en terrenos situados a 30 kilómetros de Parque de Doñana siempre y cuando se haya construido el trasvase que prometió el propio Ejecutivo de Sánchez en 2018 y existan cuencas excedentarias. Sólo en tales condiciones, los agricultores afectados podrían optar a una concesión de agua, recalca la Junta.

«Paraíso»

Entretanto, este viernes en un mitin del PSOE en Toledo, el jefe del Gobierno volvió a referirse a la ley de regadíos que promueve la Junta de Andalucía para exigir a Juanma Moreno que dé marcha atrás con la proposición de ley que firman PP y Vox. «Que rectifiquen y echen atrás este atropello a un paraíso de Huelva, de Andalucía, de España y de Europa», manifestó.

En esta línea, Pedro Sánchez señaló que el Gobierno de Andalucía «no tiene legitimidad», aunque sí disponga de mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, «para cargarse un tesoro como Doñana».

Por su parte, Moreno recalcó que la proposición de ley «no supone ninguna amenaza» al cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE porque «no afecta a un solo centímetro cuadrado de todo el Espacio Natural de Doñana, ni Parque Nacional ni Natural, sino que se encuentra al norte de la Corona Forestal». Además, el presidente andaluz pidió al Ejecutivo central acordar una delegación conjunta para explicar en detalle el objeto del plan a la Comisión Europea.